El transporte público interurbano tiene un papel clave en la transición climática que estamos viviendo. No solo las ciudades necesitan un transporte urbano sostenible, también la comunicación entre núcleos de población debe poder hacerse de forma segura, flexible, que asegure la capilaridad del servicio y acorde con la crisis climática que estamos viviendo y que promueva avances en la necesidad de definir una movilidad más respetuosa con el medio ambiente basada en una transición del vehículo privado hacia el transporte colectivo.
Sostenibilidad y capilaridad son las patas fundamentales del transporte interurbano en minibús y autobús
El minibús y el autobús son un elemento clave que garantizan una movilidad sostenible de todos los grupos de población. Ofrece unos elevados niveles de calidad y seguridad, consiguiendo un menor impacto ambiental y energético que otros modos de transporte colectivo.
El transporte público interurbano juega un importante papel en la movilidad de personas. Es económico, sostenible, seguro, capilar y socialmente rentable, definiéndose como el modo de transporte más seguro y ofreciendo las tarifas más reducidas en comparación con los modos de transporte alternativos, brindando un alto nivel de calidad. El nivel de eficiencia del autobús, desde el punto de vista medioambiental, económico y social, es altamente destacable.
Más respetuoso con el medio ambiente
Medioambientalmente, su contribución a la protección de la naturaleza y la salud es incuestionable, ya que reduce los impactos medioambientales, las emisiones de gases efecto invernadero y optimiza los recursos no renovables, especialmente los energéticos. Los minibuses y autobuses son el medio de transporte socialmente más eficiente al generar las menores externalidades negativas, alcanzando un ahorro en términos de menores costes externos, evitando la emisión a la atmósfera de millones de toneladas de CO2 (las emisiones de CO2 por viajero del autobús son seis veces menores que el automóvil), y posibilitando un gran volumen de ahorro en consumo de combustible.
Socialmente, en cuanto a su contribución a la cohesión socio-territorial, el transporte público interurbano de viajeros en autobús, por su flexibilidad y menores requisitos de inversión en infraestructuras, juega un papel esencial en la vertebración territorial, resultando especialmente relevante para aquellos sectores de la sociedad menos favorecidos, al resultar un modo más barato que cualquiera del resto de medios de transporte y ser capaz de llegar a todo el territorio.
El minibús en el sistema interurbano: un actor clave
El minibús facilita la consolidación del transporte interurbano en zonas de baja densidad de población, zonas rurales o núcleos que quieran potenciar el transporte a demanda. Gracias a su bajo coste de adquisición y mantenimiento, el minibús interurbano (clase II) es el candidato ideal para aquellas misiones de transporte que requieran, no solo vertebrar el territorio, sino hacerlo en unas condiciones óptimas que permitan frecuencia de paso y un coste ajustado.
Debido a su tamaño compacto y a su gran gama de acabados, desde minibuses con rampa y un aspecto urbano para servicios mixtos urbanos/interurbanos, minibuses con estética de autocar para servicios más de larga distancia o minibuses que pueden realizar servicios interurbanos o transporte escolar puntualmente, los minibuses son actores principales del sistema de transporte interurbano.
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Fuente: Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.